El Archivo de la Academia Nacional de Bellas Artes custodia un acervo documental de gran valor histórico y estético integrado por su propio fondo institucional y más de 15 fondos y colecciones documentales donados por artistas e intelectuales a lo largo de su historia. Sus contenidos constituyen fuentes de información únicas para el estudio de sus trayectorias profesionales, así como de obras, proyectos, eventos e instituciones centrales de nuestro campo cultural desde finales del siglo XIX.
En el marco de una política institucional orientada al fortalecimiento de sus capacidades custodiales, en 2022, la ANBA creó la Secretaría de Fondo Patrimonial con el fin de preservar el patrimonio documental y artístico bajo su cuidado, y promover su uso en proyectos de investigación, expositivos, editoriales y pedagógicos. Como primera acción en este sentido, se impulsó el proyecto “Recursos compartidos. Primera fase para la puesta en valor y apertura del patrimonio documental de la ANBA”, realizado gracias al apoyo de la Fundación Bunge y Born y la Fundación Williams a través del concurso Desempolvando Archivos 2022.
Para su ejecución se constituyó un equipo multidisciplinario con el fin de establecer las bases para la gestión integral del patrimonio de la Academia tomando como punto de partida el fondo personal del académico Alfredo González Garaño (1886-1969). Así, a partir su acondicionamiento, tratamiento archivístico y puesta en acceso se estableció el uso de protocolos y normas internacionales de descripción y catalogación, y la implementación de un catálogo digital de código abierto que permite explorar sus contenidos y, paulatinamente, los del acervo en su conjunto.
El proyecto permitió, además, registrar de forma sistemática las tareas que habían sido realizadas previamente, activar nuevos abordajes de investigación y establecer vínculos significativos con los acervos de instituciones de nuestro país y de la región. De este modo, la Academia Nacional de Bellas Artes busca contribuir al desarrollo de nuestra cultura, garantizar el acceso al patrimonio documental y asegurar su integridad para las generaciones futuras.